“Para tener en cuenta la sostenibilidad, una buena escuela de negocio debe contar siempre con el apoyo de un instituto generador de conocimientos, en nuestro caso el IME”, sostiene
Una de las referencias en cuanto a sostenibilidad, en el ámbito nacional e internacional, es la Unidad de Excelencia “Gestión Económica para la Sostenibilidad” (GECOS) del Instituto Multidisciplinar de Empresa (IME) de la Universidad de Salamanca. En el marco del FORO GACETA de la Sostenibilidad, entrevistamos a Julio Pindado, Director de la mencionada unidad de excelencia, para conocer el apoyo que esta unidad presta a la sociedad.
–¿Qué apoyo presta la unidad de excelencia “Gestión Económica para la Sostenibilidad” a la sociedad?
–GECOS es una unidad de excelencia para apoyar a la sociedad, que es parte del IME y como cualquier actividad del IME debe ser acorde con su misión de generar capacidades en las personas y organizaciones empresariales para maximizar su contribución al desarrollo del entorno. Este apoyo tiene tres tipos de actividades que se realizan desde el IME, en el caso de GECOS relacionadas con la sostenibilidad. Por una parte la investigación, y resultado de la anterior, la transferencia de conocimiento y la formación. Todas estas actividades suponen un apoyo a la sociedad, por ejemplo, la investigación determina el papel de la sostenibilidad en nuestras vidas y la oportunidad de las decisiones y acciones que se justifican por la sostenibilidad. De hecho, se ha prestado mucha atención a la dimensión ambiental, social y de gobierno, de tal manera que las siglas ASG, en castellano o ESG en inglés, aparecen en todas las partes, pero se olvida la dimensión económica, que es fundamental.
–¿Cuál es el papel de esta dimensión económica en la sostenibilidad?
–La dimensión económica actúa como una restricción, lo cual es fundamental, pues en ocasiones se realizan acciones o se justifican decisiones con argumentos de tipo medioambiental, por ejemplo. Es fácil entender que la actividad humana debe realizarse desde el respeto al medioambiente, pero si se toman decisiones para conseguir estos objetivos sin tener en cuenta la dimensión económica, el resultado puede ser muy perjudicial para las personas, por ejemplo generando un peligro de hambruna. Basta para ilustrarlo la crisis económica en Sri Lanka, donde la decisión de prohibir por completo todas las importaciones de fertilizante declarando a Sri Lanka como nación de agricultura 100% orgánica (podíamos decir que cuidan de la dimensión ambiental), ha originado una caída en la productividad del té y caucho, lo que ha conducido a menos ingresos por exportaciones dejando al país sin divisas, para importar alimentos. Esta circunstancia, ha puesto a los 22 millones de personas que viven en este país en peligro de “hambruna” y ha ocasionado un gran problema social.
–¿Cómo se pueden evitar los efectos dañinos de no tener en cuenta la dimensión económica?
–Para ello, las decisiones que se tomen tanto desde las instituciones como de los agentes económicos individuales deben evaluar las consecuencias de las mismas en todos los ámbitos. Por una parte, las instituciones deben ser conscientes que sus decisiones generan un marco de actuación en el que las empresas y personas toman sus propias decisiones en busca de su interés, lo que puede dar a lugar efectos no deseados para la sostenibilidad. Por ello, siempre antes de tomar una decisión se debe hacer un análisis económico de sus consecuencias y modificar si es necesario la idea inicial, pues de lo contrario las decisiones tomadas pueden tener efectos muy dañinos para la población, como en el ejemplo comentado sobre Sri Lanka.
–¿Cómo se evitan los efectos no deseados para la sostenibilidad?
–La herramienta que tenemos para avanzar con el respecto a la relación con nuestro entorno es el conocimiento. Este permite alcanzar modelos de negocio más sostenibles y pasar de una economía lineal a una circular, en la que se pueda evitar los efectos no deseados de la sostenibilidad. Pero para que se puedan imponer los modelos de negocio basados en la economía circular, éstos debe ser económicamente sostenibles. Este conocimiento es resultado de la investigación y la divulgación a través de formación donde la sostenibilidad debe estar presente. Sin duda, es la formación la herramienta que permite a los agentes económicos valorar los efectos de sus decisiones sobre sostenibilidad.
–¿Cómo se consigue incorporar la sostenibilidad en los procesos de formación?
–Para incorporar la sostenibilidad en la formación, la unidad de excelencia GECOS del IME juega un papel crucial al ser un centro generador de conocimiento. A partir de ahí se diseñan el contenido de las asignaturas, alguna está centrada en la sostenibilidad y la mayor parte de ellas tendrán los contenidos que debe conocer el alumno, dependiendo de las funciones a cumplir, pero teniendo en cuenta los aspectos de la sostenibilidad como unos conocimientos adicionales, al igual que se deben tener en cuenta aspectos de la digitalización u otros avances de la sociedad. Por eso una buena escuela de negocio debe contar con el apoyo de un instituto generador de conocimientos, que es el modelo que se sigue en IME Business School, que cuenta con el apoyo del IME.
–¿Qué enfoque se da a la sostenibilidad desde IME Business School?
–En IME Business School formamos para cumplir funciones, por lo que el enfoque de los programas y másteres depende de las funciones que van a desarrollar los alumnos. En este contexto, distinguimos por un lado los alumnos executive que tiene un alto nivel de responsabilidad y están (o estarán en el futuro) en los órganos de gobierno de la empresa. Para estos alumnos se ha diseñado una asignatura sobre Toma de Decisiones y Gobierno Sostenible de la Empresa, que supone un aporte fundamental para el desarrollo de la actividad diaria de estos alumnos en sus empresas. Para el resto de los alumnos, se les forma en una versión moderna y aplicada de la responsabilidad social, lo que se hace en la asignatura Gestión Económica Responsable para la Sostenibilidad, que pone las bases para que el resto del aprendizaje se realice desde una sostenibilidad en el sentido amplio de la palabra. Todos ellos, reciben una formación de primera línea que les permite cumplir adecuadamente las funciones encomendadas.
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