Inés de Tierra, alumna del programa y actual responsable de trazabilidad en BEHER, empresa referente en Guijuelo y una de las fábricas de jamones más reconocida internacionalmen-te, explica la importancia del sector agroalimentario.
El sector agroalimentario abar-ca un porcentaje muy impor-tante de la red empresarial es-pañola, y especialmente de Cas-tilla y León. Por esta razón, el IME lleva años trabajando para contribuir con su granito de arena en la buena marcha de es-te sector. En esta línea de actua-ción, en IME Business School, la Escuela de Negocios de la Universidad de Salamanca, este curso se ha impartido la 10ª edi-ción del MBA en Dirección de Empresas Agroalimentarias (MBA DEA), que cuenta con perfiles tan interesantes como el de Inés de Tierra, alumna es-te curso y actual responsable de trazabilidad en BEHER, empre-sa referente en Guijuelo y una de las fábricas de jamones más reconocida internacionalmen-te.
Inés, ¿qué importancia tiene para ti el sector agroalimentario? Mi interés surge hace unos años, cuando me di cuenta de que realmente este sector pre-sentaba un potencial de desarrollo muy elevado, además de necesario, en los próximos años. Paralelamente, yo estaba buscando una carrera universitaria que aunara ciencia, tecnología e investigación, así que me decanté por el grado de Ciencia y Tecnología de los Ali-mentos pues cumplía con todos mis requisitos. A día de hoy, no solo no me arrepiento de apostar por este sector sino que mis expectativas de futuro profesio-nal son aún mayores.
Es un mensaje muy interesante. ¿Crees que estas ex-pectativas profesionales en el sector agroalimentario también se pueden dar en el extranjero? En mi tercer año de grado tuve la oportunidad de vivir un intercambio académico durante un semestre en la Universitá di Bologna, Italia. Durante esta experiencia tomé conciencia de que, al igual que en España, el sector agroalimentario es en Italia una parte muy importante de su motor económico. Este país cuenta mayoritariamente con una agricultura sostenible, y tiene un gran potencial gastronómico y vitivinícola gracias a la geografía de su territorio. Considero que el desarrollo profesional en este sector es posible en ambos países, ya que cada vez se exige una mayor calidad y variedad de productos alimentarios para responder a la demanda continua de la sociedad moderna y del mercado globalizado.
¿Cómo llegas después al IME? Estudié mi grado en Zaragoza, donde he crecido, y durante los últimos años del grado co-mencé a plantearme hacia dónde quería encaminar mi carrera profesional. Después de valorar opciones para continuar mi formación, escogí el MBA en Dirección de Empresas Agroali-mentarias de IME Business School, destinado al desarrollo y la preparación de gestores empresariales en el sector agroalimentario. Esto, sumado a las distintas referencias sobre la Universidad de Salamanca, me impulsaron a proyectar mi futuro aquí sin dudarlo. Habiéndote formado previa-mente en esta área.
¿Qué consideras que te aporta el MBA en Dirección de Empre-sas Agroalimentarias? Este máster va mucho más allá de los conocimientos teóricos que haya podido integrar previamente. Ahora soy consciente de cómo afectan todas las decisiones de cada área de la empresa al resto de departamentos (RRHH, Finanzas, Mar-keting, etc.). Mientras tanto, continúo formándome en materias tan relevantes para mi perfil como la gestión de calidad y la seguridad alimentaria.
En cuanto al ámbito laboral, actualmente estás trabajan-do en BEHER. ¿Cómo fue tu proceso de incorporación a esta empresa? En el IME llevan a cabo diversas acciones para conectar a los alumnos con el mercado laboral a través de las oportunidades laborales que las empresas les comunican. En una de estas ocasiones, el equipo de selección del IME se puso en contacto conmigo para proponerme acceder a una oportunidad laboral con el fin de incorporarme a trabajar en el Departa-mento de Calidad. Se trataba de la empresa Bernardo Hernández S.L (BEHER), una de las fábricas de jamones españolas con mayor reconocimiento a ni-vel internacional. Durante el proceso de selección realicé varias entrevistas hasta que finalmente me comunicaron mi incorporación a esta empresa a través de una beca-contrato. Tuve una acogida muy gratificante, y desde el primer día no han dejado de formarme, lo cual me ha facilitado desenvolverme en un ambiente profesional distendido. Ha sido un proceso en el que me he sentido acompañada desde el primer momento, tanto por parte del IME como por parte de la empresa.
Cuéntanos, ¿cuál es tu puesto, y tus funciones? A nivel de equipo, ¿cómo es el trabajo a diario? Actualmente estoy trabajando como técnica de calidad en el seguimiento del cumplimiento de los estándares de calidad y seguridad alimentaria, acogidos y certificados bajo la norma del ibérico, actualizando registros y llevando el control de las devoluciones. En nuestro departamento cada uno tiene unas funciones definidas pero siempre complementarias unas a las otras, por eso es importante tener una perspectiva global de la empresa. Cada día se nos plantean nuevos retos que debemos resolver trabajando en equipo, entre todos es como alcanzamos las mejores soluciones.
Haciendo mención al reconocimiento internacional con el que cuenta esta empresa. ¿Qué supone para ti vivir esta experiencia laboral en ella? Es muy gratificante. El IME me ha brindado la oportunidad de lanzarme al mercado laboral de este sector de la mano de una empresa reconocida internacionalmente, como es BEHER. Es algo que intento aprovechar cada día con el objetivo de crecer profesionalmente.